lunes, 19 de marzo de 2012

Tips para evitar los nervios previos al examen

 


El momento previo a rendir un examen puede ser de suma tensión. ¿Será difícil? ¿Qué me van a tomar? ¿Me acordaré de todo? ¿Y si me olvido de algo? El cerebro  dispara toda una serie de preguntas de este estilo y la ansiedad crece. Los nervios son naturales así que hay que aceptarlos.

A continuación vamos a ver una serie de tips para intentarevitar los nervios en los instantes previos a rendir una evaluación.
1.       
Llegar justo a horario
. Cuando vimos consejos para rendir un examen uno de los tips que incluimos fue llegar a tiempo. Y si lo piensan es lo más lógico así uno puede acomodarse bien, preparar los elementos que necesita para rendir y hasta puede llegar a tener tiempo de conseguir algo que le falta si se lo olvidó. Pero si los nervios nos consumen, la espera entre la llegada y el momento de comienzo del examen, puede ser una tortura. En ese caso, para evitarla, es preferible llegar justo en el momento en que empieza la prueba. Tengan cuidado de no llegar tarde porque no solo pueden perder minutos de la evaluación sino que algunos profesores pueden no permitirles el ingreso a rendir por la falta de puntualidad.
2.      
No hablar con los demás sobre el examen
. Los nervios surgen de la inseguridad que tenemos respecto de los temas y la incertidumbre de lo que nos puede tocar en el examen. Si hablamos con otras personas sobre lo que van a tomar, puede ser que nos recuerden algo que no estudiamos, o algo que interpretamos de forma distinta. A esa altura, que nos refresquen un concepto o que nos agreguen algo de información respecto de un tema no es problema y hasta puede ser útil, pero que nos contradigan en un concepto importante o que nos recuerden que olvidamos algo por completo, sólo hará que nuestra inseguridad se acreciente y aparezca el miedo. Todos sabemos lo malo que es el miedo: hace que hagamos cualquier cosa por desesperación. Nada peor que rendir una examen nervioso y desesperado.
3.      
Dejar de repasar
. A veces, son otras personas las que nos ponen nerviosos; otras, somos nosotros mismos. Una costumbre muy común de muchos estudiantes es esperar la evaluación sentado en el pupitre repasando los apuntes. Yo no digo que eso esté mal, pero puede que a último momento encontremos algo que no hayamos visto y que tal vez no es tan importante, pero que nos hace empezar a dudar de si estamos bien preparados. Yo considero que quince, diez o cinco minutos previos al examen no sirven para asimilar nada. A esa altura ya se tiene que saber todo. Por lo tanto, no tiene sentido seguir repasando. Solo servirá para ponerse más nervioso.
4.      
Pensar en lo que vamos a hacer después
. Algo que me ha funcionado mucho es siempre estar pensando en lo que uno va a hacer luego de entregar el examen. No debe haber satisfacción más grande en el ámbito educativo que finalizar y entregar una prueba. Los que sufren los exámenes seguro me entenderán. Esa sensación de sentir que, más allá de lo que hayamos podido responder o no, nos estamos sacando un peso de encima. Y que como ya rendimos, ahora toca, de forma obligada, descansar un rato y despejarse la mente. Además, los días previos al examen es común postergar actividades recreativas y que no tienen alta prioridad. Por eso, luego del examen es común retomarlas. Antes de rendir, podemos ir pensando qué vamos a hacer luego: vernos con alguien, jugar videojuegos, mirar las temporadas de esa serie que nos encanta o salir a correr. Lo que sea que les guste hacer. Si pensamos en algo satisfactorio los nervios se van a ir.
5.       
Pensar en positivo
. Ya vimos el artículo La importancia de tener un pensamiento positivo. Es vital para poder llevar una carrera adelante y también para enfrentarse a cada instancia de examen. Si confiamos en que todo va a salir bien, pero lo creemos realmente dentro nuestro, los nervios van a desaparecer. Hay que tener seguridad y confianza en el esfuerzo que hemos hecho los últimos días o semanas que pasamos estudiando.

En mi experiencia, a medida que pasan los años y nos enfrentamos con distintas situaciones, no solo en el ámbito académico, sino también en la vida, el miedo y los nervios en los exámenes van quedando de lado. Cuanto más vivimos, más vemos que los exámenes son solo una hoja de papel escrita con preguntas que debemos responder. Son eso y nada más que eso.


Las verdad todos alguna vez en nuestras vidas hemos tenido miedo, nervios y/o desesperación sobre un examen. En sí, creo que los consejos dados son buenos, pero me gustaría añadir otros que talvez ayuden, al menos a mí me funcionan la mayoría de las veces:
-Hay que tener confianza en nosotros cuando estemos estudiando y cuando contestemos el examen.
-Si no te sabes la respuesta, para que contestar cosas sin sentido, mejor hay que ser honestos y dejarla en blanco; si no te acuerdas pásate a la siguiente pregunta para no perder tiempo, ya te acordaras y sí no nimodo.
-Siempre hay que hacer lo mejor que podamos, no nos lamentemos por nuestras capacidades.
-Hay que pensar en cosas que te distraigan antes del examen.
-No te presiones por saber todo, simplemente confía en lo que haces y piensas, no te estreses.

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